jueves, 1 de febrero de 2007

amor infinito, locura, esperanza........


…..ella espera que él la toque, espera sentirse mujer. Ella espera todos los días que él la mire con deseo como lo tuvo hace años, pero él sólo la mira con amor, y no la toca. La escucha, la perdona, la comprende, la acompaña, le entiende su locura, sus cambios repentinos de humor, sus estadías en el lugar donde la cuidan para darle sus medicinas para lograr calmarla. El la entiende, y ahí está él. Pero no la toca. Y ella espera que él la toque

Duermen juntos todos los días, las noches y atardeceres, comparten un mismo hogar y también comparten la prolongación de la vida, una niña llamada Esperanza, que es dulce, bella, tierna. Ella desconoce el porqué de los cambios. Su madre feliz, triste, intensamente eufórica y desesperadamente infeliz.

El es capaz de soportar y llevar la vida , así , de esa manera……..Ama incondicionalmente a sus dos mujeres, y a esa mujer en especial, que a veces sin querer dice cosas que ni ella entiende. Pero cuando ella está bien, cuando está tranquila, cuando logra la calma; quisiera que su hombre le diera en carne propia el amor que dice tener. Y que sin duda alguna le tiene. Necesita su cuerpo, necesita sentirse dentro de aquel hombre que yace a su lado. No es locura lo que pide, es pasión lo que busca. Y no la tiene.

Lo tiene todo,……pero él no la toca. A penas la besa…….pero es tierno , dulce.

- ¿como se entiende?- pregunta.

Luego comienzan las culpas..- debe estar cansado-, -debe ser el sufrimiento, la carga-, dice ella.

- ¡pero necesito sentirme viva!! ¡tantas veces quiero morir, y cuando quiero sentirme más viva que nunca, no puedo!!- .

El, él que le da la estabilidad que ella no tiene, que le da la razón que ella no tiene, la cordura que ella no conoce, el mismo es el que le está provocando un nuevo sufrimiento,,sin quererlo, sin intención. Un sufrimiento que le quema por dentro y que él ignora tendrá consecuencias,...y muchas.


Ella inocente, frágil, vulnerable, mujer al fin y al cabo,….encontró en otro lo que no tiene del propio. Bastó con estar en un mismo lugar a una misma hora , para que ellos se conocieran , y que con sólo miradas y un par de palabras comenzara una historia llena de errores, de pasión, de amor confuso, de encuentros secretos. Bastaba a veces dos o tres horas, sólo eso bastaba.

En los minutos de euforia es cuando ella más disfrutaba. En los de calma, también, pero ahí empezaban las primeras dudas, los primeros cuestionamientos,..las preguntas. Con él vivía pasión, la vida, todo en extremo. Algo que pensó no volvería a sentir.

Ella es hermosa, tiene un cuerpo no perfecto, pero si con forma, es hermosa para él. Su cuerpo tiene un dejo de tristeza y sufrimiento, pero de una sensualidad extrema. Eso era lo que él tanto gustaba ver. Para ella, él, bello también. Lo que más amaba eran sus ojos, debilidad delirante, también su pelo, sus manos. Se quedaban horas mirándose tapados con sábanas con olor a desconocido. Sus manos acariciaban todos los lugares que se puedan recorrer. Ella gemía cada vez que él la penetraba, y él feliz disfrutaba que eso pasara. El también gemía.

Las primeras veces los rondaba el pudor,…las siguientes y las otras querían verse más, mirarse mejor.
Un día cuando disfrutaban de una noche tibia , cuando sentían que ya no podían más,,,,,,,se miraron,,,,,juntos……al mismo tiempo…….el mismo segundo……y sintieron lo mismo…….juntos……al mismo tiempo……en el mismo segundo……….¿amor?.....horrorizados y temerosos comenzaron a pensar que sí


Ella llegaba a casa y todo estaba tranquilo. Marido, hija. El la esperaba feliz, le preguntaba siempre como le había ido, sin importar la hora. Cogía su mano y la llevaba al dormitorio o donde ella quisiera. Quería verla bien……y últimamente la veía bien.


Ella le ocultó su sufrimiento, su estado, su inestabilidad. También pensó ella que al sentirse así de viva y feliz todo había terminado. Dejó de tomar esos químicos que ella tanto odiaba. Quería desintoxicarse, pero no sabía que lo único que estaba haciendo era intoxicarse cada día más.

El tiempo pasa, y como dicen, no en vano. Y el tiempo pasó; días, meses , años.

La vida es un camino largo lleno de curvas, obstáculos, ella lo sabía bien. Más que nadie. El camino se desgasta después de un tiempo, comienzan los baches, y para desgracia de ella , túneles, muchos túneles negros y sin salida.

La pasión comenzó a morir por parte de él, si bien desconocía la mente enferma de ella , se dio cuenta que algo no andaba bien,…..y se asustó……y se fue alejando de apoco…..pero alejándose al fin……..ella lo sintió así………y le dolió mucho, más de lo esperado. A él también, pero con la mente sana, ordenada y sin dolores era más fácil de entenderlo bien y en forma clara.

Ella llegaba a casa, y todo seguía tranquilo. Su marido, su hija. El le esperaba feliz. Le preguntaba como estaba, cogía su mano y la llevaba al dormitorio. Quería verla bien…..y últimamente no era así…….la veía mal, distante, la mirada perdida en el mundo que sólo ella conoce.., más delgada de lo normal. Casi ni hablaba, a penas tenía amor para dar a su hija……..a penas podía siquiera distinguir que era que y quien era quien.

El comenzó a ser la razón , la cordura, la estabilidad, una vez más. Con infinito amor le siguió amando, comprendiendo, perdonando y escuchando. Ella no sabe si él supo alguna vez que fue feliz , que se entregó en cuerpo y alma , que tocó, que se estremeció en los brazos de otro.

De ser así, si él supiera, si él lo sospechara, o sintiera, sin duda le seguiría cogiendo la mano…..llevándola al lugar que ella quisiera…..con tal de verla feliz…..de verla en paz……con tal de convertir esa cara de desgarradora tristeza en un poco de alegría…….

Ella tuvo que olvidar. Tuvo que comenzar a vivir de nuevo. Empezar a darse cuenta y asumir su problema.
Trató de amar a su hija. Trató de volver a encontrarla y recordar que era su sangre y que era inocente de todo y que lo único que la niña hacía era amarla. Igual que él.

Ahora era ella la que le tocaba coger de la mano a los dos. Y lo hizo. Después de intentar borrar todo, de intentar dejarlo todo, de intentar dejar de respirar para, según ella, descansar. Cuando todo su piso se remeció y su suelo fue hielo, lodo y roca., recién ahí pudo sonreír...Y no le dolió en el intento. Sonrió. Jugó con su hija, que no de casualidad la llamó Esperanza. Tocó a su hombre, y él, al ver que ella lo tocaba con otros ojos y otro color, pudo tocarla con la pasión que había perdido de puro sostenerla , de puro dolor que él veía en ella.

Ella volvió a sentirse viva, a sentirse mujer. Ahora ella miraba al hombre bajo las sábanas, pero estas sábanas no tenían olor a desconocido, era el olor más cercano y hermoso que jamás había sido capaz de reconocer.

Su mente nunca la dejará del todo tranquila. Pero por ahora, gozaba cada segundo, cada minuto, cada hora, cada día........

3 comentarios:

AnaR dijo...

No hay herida que no sane , ni locura transitoria que no pueda reparar la perseverancia del amor...en todas sus formas.

Bello relato. Hermoso. Mis felicitaciones y un abrazo

Juan Lucas dijo...

Y mi pregunta historia, a esta bella historia de ella (para mí única y principal protagonista) es la siguiente que espero me puedas contestar:
¿Quién puso más amor él, que indiferente, o casi perdido, esperó tranquilamente su vuelta a casa, o ella que renunció a la vida, a ser una nueva persona por una familia?
Al leerte me vino a la memoria esa bella película de Clint Easwot y Marylin Street, "Los puentes de Madison"
Un beso Historia.

Juan Lucas.

historia dijo...

ana r.....gracias por tus letras..!
gracias por encontrarlo bello.,

juan lucas: no lo sé....si se unieran ambos amores en uno....¡sería algo irreal, pero magnífico!!!.....
¡los puentes de madison!...gran película, lloré desde la mitad de la película hasta el final.....y después.... y al otro día.....

mil cariños,