calma infinita

Dame esa calma que no tengo

En tus ojos de paz,
dame el mar de tus sueños

En tu cuerpo sano y bello,
dame la fuerza para beber de tu mano esa sal.

No me prives de tus besos,
entibian la sangre cuando hierve de más.

No mires a otro lado cuando te observo,
mis ojos pierden el rumbo al perder un segundo tu mirada.

No te pierdas en la niebla,
densa e ingrata me ciega y me distrae.

No me prives de tu piel,
al tocarla me convierto en carne y no en cenizas

No permitas que el ruido tormentoso de esta selva,
me Deje sorda.
No oír tu voz me convierte en desgracia y en tragedia.

No me abandones a mitad de camino,
si miro hacia atrás ya me habré perdido.

Dame la calma que me falta,

Deja escuchar el canto de tu alegría.
para así callar el llanto de mi tristeza.

Deja bailar ante tus ojos,
para que observes esta danza de amor que tengo.

Deja ver más allá de lo que hay,
más allá siempre hay un poco más.

Si te toco ahora sabré que estamos juntos,
si te toco mañana tal vez te habré perdido.

Ahora no dejes de tomar mi mano.

Quedémonos así.

Quietos.

Escucha.

No imagines mis lágrimas.

Mira hacia delante.

Toma mi mano ahora.

Está helada.

No te preocupes.

Mira hacia delante.

Cierra los ojos.

Respira.

Ábrelos ahora.

No digas nada.

Ya no sentirás frío.

No sientas miedo.

Ya me diste la calma suficiente.

Levántate y camina.

Te observaré de lejos,
te observaré tranquila.

Cuidaré de tu alma,
tú ya cuidaste la mía.

Nunca mires hacia atrás.
No busques lo que tus ojos quieren ver.

No tengas miedo.
Ya pasó.

Besa tu almohada en la noche,
huele el aroma que dejé para ti.

Mañana abre los ojos,
pero no los llenes de lágrimas.

Llénalos de esa sabiduría tuya.
Esa sabiduría infinita,
Tan infinita como la paz.
Como la paz que siento.
Como la paz que me diste.
Como el amor generoso que en vida,
logramos sentir.

Tan infinito como el cielo.

Tan infinito como el amor.

Tan infinito como el mar.