miércoles, 14 de febrero de 2007

....¿como?.....


Como me hago cargo de la vida
sino me hago cargo de la mía

Como me hago cargo del hombre que duerme a mi lado
si a veces no soy capaz ni de dormir ni de mirarlo

Como me hago cargo de lo mío
cuando no sé realmente que es lo que tengo

Como me hago cargo de mi cuerpo
cuando a veces me cuesta hasta moverlo

Como me hago cargo de mi tristeza
si es ella la que me lleva de la mano y me empuja hacia la pena

Como me hago cargo de esa pequeña criatura
si siento que soy mas pequeña que ella

Como me hago cargo de lo cotidiano
sino sé siquiera su significado…..díganme por favor ¿que es?

Como me hago cargo de mis pensamientos
sino hacen otra cosa que dirigirme hacia lo oscuro

Como me hago cargo de mi mente
si poderosa tranca mis músculos y me deja sin movimiento

Como me hago cargo de mis dedos
que tiran de mi pelo y rasguñan mi piel

Como me hago cargo de mis manos
sino son capaces de secar mis propias lágrimas

Como me hago cargo de lo desconocido
si de solo pensarlo me aterra y paraliza

Como me hago cargo de mis errores
si los cometo a diario, lastimando a ti, a ella, a todos

¿Que va ser de mí cuando el resto diga basta ?
¿que va ser de mí cuando de verdad no logre hacerme cargo?.

Maldito pánico.
Maldigo mi muralla, ésa que creé hace tanto. Y que aún no la derribo.

¿Tendré tiempo?.
¿Existirá el tiempo?
¿Podré?
¡Odiosas preguntas!
Como me hago cargo de todo.
Si ni siquiera puedo contestar esas pobres y simples preguntas.

Me tendré entonces que cargar yo misma con mis brazos.
Tendré que cargar el peso de mi cuerpo.
Tendré que cargar el peso de mis pensamientos.
Tendré que ser capaz de cargar con todo, con eso, contigo, con ustedes y con más.

AY!!!!! Maldita muralla.
Derrúmbate de una vez.
Quiero verla caer.
Quiero patearla yo misma y ver caer los bloques de cemento que tanto me han pesado.

Vida, espera, no te alejes.
Quiero ver si es que hay luz detrás de esa muralla.
Porque si la hay, entonces habrá esperanza de volver a nacer.

Y sino.
Como me hago cargo de la vida,
Si apenas puedo con la mía.

8 comentarios:

Helena dijo...

Angustioso post, que transmite impotencia, pequeñez y debilidad ante la vida y su ritmo. Pero esas murallas no son reales, únicamente están en nuestra mente. Sólo hay que visualizar como caen sus piedras, una tras otra, y entonces sentir la liberación y notar la capacidad que todos tenemos para todo.
El mundo es muy complejo, y lleno de exigencias y sacrificios constantes, por eso entiendo perfectamente tu escrito.

Te felicito porque transmite las sensaciones que creo que tú has has querido transmitir.

Un beso.

Solo Palabras... dijo...

Historia, nuestra vida, nuestra historia, es nuestro condicionante, y es quien marca muchos de los momentos y humores que vivimos.
Solo somos herederos factores que determinan la gran mayoría de nuestras acciones.
Los años de pequeños nos marcan gran parte de ese futuro que con mucho esfuerzo y suerte podemos lograr modificar.
Entiendo tu dolor y lo acompaño en la certeza que comenzar a mostrar nuestras heridas al viento el el comienzo de su cura definitiva.
Un gran cariño

Mayory dijo...

Yo una vez sentí tanto, tanto, como ese poema tuyo; pasé por una etapa en mi vida muy triste donde sentía que no era capaz de hacerme cargo de mí misma y lo hacía de todos modos porque siempre hay otros que dependen de ti para estar bien, y más encima, a esos los amas por lo que te obligas a ti misma a estar bien. La vida es tan extraña, que mejor no hay que tratar de buscarle entendimiento, sólo vive de la manera más libre que puedas y te sentirás mejor.

Ajusticiador N dijo...

la mejor manera es vivir la vida... de por si, no queda otra...
saludos!

Juan Lucas dijo...

En carne viva me has dejado.
La angustía,el dolor de estos versos mi dulce historia, han sondando mis ojos que al igual que nubes han derramado llanto.
¿Cómo me hago... cómo?
Historia, mi dulce historia... derribarás esa muralla, si que lo harás y caminarás de la mano de ese hombre y esa "pequeña criatura" por las calles de tu santiago.
Mi historia caerá la muralla no lo dudes.

Juan Lucas.

AnaR dijo...

Los muros ( mentales) no sólo nos aislan, sino que nos impiden ver la luz. La propia . Somos lo que somos y no un reflejo y , a veces, es cuestión de asumirse y aprender a convivir con uno mismo...nada más. Y nada menos.

Un abrazo

Maria Ines dijo...

No sé si entendí bien la metáfora del muro.
Pienso que la muerte no libera a un alma prisionera.
Para sentirse libre hay que tomar la decisión de ser libre.
No siempre es fácil pero la libertad no tiene precio.

Tú dices que te llamas:
"Historia en carne viva"
pero yo prefiero llamarte
"La carne de Historia está viva"
Con todo mi cariño gracias a Juan Lucas que me hizo notar, sin quere que no te había colocado en la lista de mis sitios amados.
Ya te pongo.
Espero entiendas la buena intención de hacerte sentir mejor.

historia dijo...

maría inés: entiendo tu buena intención, y la recibo feliz....el cambio: "la carne de historia está viva", me hizo sonreir de ternura.....gracias, te lo agradezco de verdad.
cariños,